La Cámara de Cuentas conoce el Informe Anual del Tribunal de Cuentas Europeo y sus avances en auditoria operativa

El salón de plenos del Senado de España ha acogido la presentación del Informe Anual del Tribunal de Cuentas Europeo relativo al ejercicio 2018, siguiendo la tradición iniciada hace dos décadas de dar a conocer el trabajo de auditoría del presupuesto general de la Unión Europea en todos los estados miembros.

La vicepresidenta de la Cámara de Cuentas de Aragón, Rosa Montolío, ha asistido a la sesión que ha sido inaugurada por el presidente del Senado, Manuel Cruz, y ha contado con las intervenciones iniciales del miembro español del Tribunal de Cuentas Europeo, Baudilio Tomé, y la presidenta del Tribunal de Cuentas de España, María José de la Fuente.

Tomé ha expuesto las principales conclusiones del Informe de auditoría de las cuentas de la UE y ha destacado la mejora progresiva en la gestión por lo que, a diferencia de años anteriores, la opinión de auditoria concedida a las cuentas ha sido favorable con reservas y no desfavorable. El mayor porcentaje de error en el gasto se ha detectado en los complejos procedimientos de reembolso de costes incurridos, razón que ha llevado al órgano auditor a recomendar una mayor simplificación en la normativa que rige los programas de gasto de la Unión Europea.

El miembro español del Tribunal también se ha referido al seguimiento de las recomendaciones efectuadas para mejorar la gestión económico-financiera de la UE desde el año 2015, que revelan un grado de cumplimiento del 75%.

En otro orden de cosas, Baudilio Tomé ha repasado las sugerencias del Tribunal dirigidas a los legisladores europeos a propósito de la negociación del marco financiero plurianual 2021-2027, entre ellas, un mayor esfuerzo para ajustar los recursos a los objetivos de la UE y que el gasto se centre en acciones de valor añadido, un concepto, que sin embargo, la UE aún tiene pendiente de definir. La simplificación de las normas para reducir la carga administrativa de la gestión de los fondos, es otra de esas sugerencias.

“Nuestro objetivo es medir el impacto de las políticas, su rendimiento y eficiencia”, ha concluido Tomé antes de ceder la palabra a la presidenta del Tribunal de Cuentas de España. En su intervención, María José de la Fuente, ha insistido en la necesidad de que los órganos de control externo tengan impacto y sean relevantes en su contribución para mejorar la gestión pública y, en consecuencia, la vida de los ciudadanos.

“La fiscalización ha de ser capaz de anticipar riesgos y ofrecer soluciones” ha dicho de la Fuente que ha apuntado los asuntos emergentes que van a requerir la atención de los órganos de control externo: la digitalización, el medio ambiente, la inmigración y el envejecimiento de la población, entre otros.

Tras las intervenciones iniciales, la jornada ha continuado con la exposición de los resultados de dos trabajos realizados recientemente por el Tribunal de Cuentas Europeo sobre la lucha contra la desertización en la UE y la lucha contra el fraude en el gasto de cohesión comunitario. También, se han sucedido sendas intervenciones sobre la agenda del Tribunal en materia de auditoría digital y sobre la política europea y de seguridad y defensa.